viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Negociar?


“Ha llegado el momento de entablar conversaciones con Bashar al Assad" 


  Escucho estas palabras hace unos días de la boca de nuestro Ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo y me pregunto cuáles son los criterios que dicta la Secretaría de Estado de AAEE de nuestro gobierno para decidir cuál es el momento adecuado para dialogar con un dictador que lleva dirigiendo Siria desde el año 2000 (1) y que ha usado armas químicas, torturas y bombas de racimo contra su propia población

  ¿3 años después de que haya estallado la guerra y se haya cobrado más de doscientas mil víctimas y millones de personas hayan tenido que huir de sus hogares? ¿Cuando Europa se ha visto desbordada por la oleada de refugiados procedentes de la región (2) ? ¿2 meses después de levantar las sanciones a Irán - principal aliado del régimen alauita en la región y partidario de negociar con él - y retirar aquello del “eje del mal(3) ? ¿Únicamente después del rotundo fracaso estadounidense en su intento de armar a los opositores moderados al régimen, demostrando nuevamente su incompetencia en lectura de guerras asimétricas y tribales?

 ¿Qué se piensa negociar? ¿Qué se le puede ofrecer a un tipo como Assad? ¿Se puede realmente resolver pacíficamente un conflicto de tal magnitud? Por desgracia, yo creo que es muy complicado. Assad nunca aceptaría las elecciones libres y democráticas que propone el ministro, porque no las ganaría.

  Margallo también añadió: “no queremos que esta guerra siga provocando un vacío que será aprovechado por Daesh”. No obstante, todo apunta a que si el Estado Islámico y Al Nusra han cobrado tanta fuerza en Siria ha sido precisamente debido al revés  norteamericano armando a la oposición moderada. La “línea roja(4) a la que apeló Obama en 2013 se ha convertido en una ancha y asfaltada autopista por la que caminan a sus anchas Assad, yihadistas y los pocos rebeldes demócratas que todavía quedan.

  Pero el problema no radica en negociar o no con Assad. Ya no. El cese de las hostilidades en Siria ya no depende tan sólo de su presidente, puesto que la guerra se ha vuelto más y más compleja a medida que han transcurrido los meses. Es por eso por lo que no debemos dialogar únicamente “con el enemigo” Bashar - en palabras de Margallo - , sino con todas las partes implicadas en el conflicto: civiles, rebeldes y kurdos incluidos (5) . Parece muy complicado tratar de dialogar con yihadistas, a pesar de que en Afganistán hayan cedido finalmente a hacerlo. Propuestas como las del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon y el mediador internacional de la Liga Árabe, Lajdar Brahimi de crear un ejecutivo integrado por multitud de países y organismos para abordar el conflicto sonaban esperanzadoras, pero quedaron en nada. Además, excluían a kurdos y extremistas islámicos de la negociación. Y en ningún caso una supuesta paz con Assad debería permitir que éste se aferrase a algún tipo de amnistía que lo eximiese de la responsabilidad de enfrentarse al Tribunal Penal Internacional, jamás.

   Sectores de la izquierda hablan de intereses de la OTAN en Siria y de la lucha antiimperialista de Bashar al Assad. El año pasado pudimos comprobar cuan equivocadas están estas voces – nada nuevo - acerca de los intereses de Occidente: cuando Francia se decidió a desplegar tropas en Siria, Gran Bretaña se negó, los Estados Unidos dijeron que se lo pensaría y Alemania, como de costumbre, no se mete en este tipo de cuestiones militares. La OTAN puede tener intereses económicos y geoestratégicos en muchos países y no por eso arremete una y otra vez contra sus respectivos gobiernos. Ahora bien, le aconsejaría que dejara de jugar al ajedrez y las Naciones Unidas al veo veo si no quieren que definitivamente quedemos convencidos de la tremenda tomadura de pelo que asemejan ser. Respecto a la lucha antiimperialista del presidente sirio, recordemos que los dos pilares que todavía mantienen a Assad en el poder son Rusia e Irán.

 ¿Negociar? Siempre que beneficie al pueblo sirio, sí. Pero seamos cautelosos con quién lo hacemos y en qué términos se negocia.




1. En realidad, el poder de los Assad en Siria viene de muchos años atrás, desde que el padre de Bashar, Hafez, dio un golpe de estado en 1976 que lo convertió en presidente hasta su muerte, en el año 2000. 

2. Desbordada por la ausencia de decisiones y por la lentitud en distribuirlos equitativamente. En 1992, la Unión Europea estaba recibiendo 672 000 refugiados con “tan sólo” 380 millones de habitantes - entonces la UE sólo estaba formada por 15 Estados -, proporcionalmente muchos más que los que estamos recibiendo durante los últimos meses, con 508 millones de habitantes entre los que distribuirlos.

3. De hecho, Margallo precisamente hizo tales declaraciones tras salir de una reunión en Teherán con Hasán Rouhaní, presidente iraní.

4. Véase esta viñeta de A. F. Branco.

5. Las milicias kurdas, integradas por hombres y mujeres, que luchan por un Kurdistán democrático e independiente - consideradas como grupos terroristas por algunos países – están siendo masacradas por Turquía, que utiliza muchas más fuerzas y medios para aplastar a éstas que para vencer al Estado Islámico.

domingo, 30 de agosto de 2015

Comunidad Internacional


 No existe un problema de inmigración ilegal masiva en Europa. 

 Existe un problema de conflictos en Oriente Medio sin resolver. Existe un problema de gobiernos incompetentes en política exterior – ni mencionar en política interna -. Existe todavía una Guerra Fría, subrepticia a la opinión pública y presente en las votaciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Existe el problema de contar con un Ministro de Asuntos Exteriores que apela al “efecto llamada” como una de las principales causas de la llegada de miles de refugiados a Europa.

Cuando todos estos problemas sean solventados, ya no tendremos que ver cómo ancianos, jóvenes, padres e hijos luchan por una plaza en un tren para terminar en un campo de refugiados a miles de kilómetros de su tierra.

 Ya he visto varios medios que se atreven a lanzar analogías de los trenes que salen de Grecia o Macedonia saturados de sirios, afganos o sudaneses con los trenes que se dirigían a Auschwitz. Dejémonos de zafio sensacionalismo y seamos serios, señores. Basta ya de dedicar portadas de prensa y abrir los informativos con el terrorismo islámico en Europa para luego dedicarle medio minuto a un conflicto que se ha cobrado más de 200.000 muertos y que cuenta con una crisis de refugiados peor que la de Ruanda a mediados de los años noventa, según las Naciones Unidas. Basta ya de organizar marchas multitudinarias tras la muerte de doce europeos si olvidaremos a los dos días los 132 escolares asesinados en un atentado en Pakistán. 


  Al fin y al cabo no os reprocho nada, todo el mundo sabe que la vida de un europeo vale mucho más que la de cualquier extranjero. Pero al menos, la próxima vez que oigáis el término comunidad internacional, soltad una carcajada; los analfabetos del 'no a la guerra', en cambio, supongo que agacharán la cabeza y las orejas de asno e irán a masturbarse pensando en aquello de la paz mundial.